Las maquinarias continúan sus funciones
MÉRIDA, Yuc.- A pesar de que cuatro amparos lo obligan a trazar una nueva estrategia para el tren maya en Yucatán, el Gobierno de México ignora las órdenes judiciales y sigue la construcción de ese proyecto en el tramo tres, de Calkiní a Izamal.
La continuidad de los trabajos es evidente a un costado del kilómetro 50 de la carretera Mérida-Campeche, a sólo 10 kilómetros del poblado de Maxcanú, donde se observa el ir y venir de camiones torton con materiales para construcción.
Las maquinarias continúan sus funciones, los obreros no paran, a la brecha se le dan cimientos con terraplén en tanto otros empleados compactan los árboles talados.
“A pesar de que están estas suspensiones y que pueden inclusive el órgano jurisdiccional, es decir, el juzgado puede ponerles multa, parece no interesar. Siguen abriendo brechas, siguen deforestando, siguen sin cumplir la suspensión”, denuncia José Orvelín Montiel, abogado de los colectivos Múuch´Xíinbal y el Colectivo Chuun Táan Maya.
Obra en Maxcanú
Novedades Yucatán documentó las obras aledañas al poblado de Maxcanú como excavaciones de material rocoso, avance en la construcción de pasos viales y acarreo del producto de las mismas perforaciones.
Además, se coloca terraplén en algunos puntos con actividades de desmonte y despalme. Se hacen trabajos de terracería para el acopio de rieles y durmientes.
Ahí permanece la maquinaria de trituración y es a donde llegan los 14 camiones al día de cinco toneladas para dejar lo que fue parte de la selva yucateca.
Un equipo de cinco personas se turna con la motosierra para reducir los troncos y pedazos grandes de árbol cada 45 minutos y con la máquinatrituradora otros 45 minutos para convertir en polvo y aserrín aquellas especies arbóreas que tardaron décadas en crecer y darle vida a Yucatán.
Amparos de dos juzgados
Ya dos Juzgados en Yucatán concedieron cuatro amparos promovidos por colectivos para suspender de forma definitiva los trabajos relacionados a la construcción de nuevas instalaciones y trazos aledaños a las vías ya existentes.
Los cuatro amparos que suspenden de forma definitiva la construcción de nuevas instalaciones en el trayecto, indican que los trabajos se deben adecuar a lo ya existente.
El análisis de impacto ambiental estuvo mal hecho. Además faltan dos amparos más por resolverse en la Suprema Corte de Justicia de la Nación. A un costado del kilómetro 50+30 de la carretera Mérida-Campeche se ha tomado como punto de destrucción de ramas y troncos de los árboles talados en las actividades de desmonte.
“Principalmente, el Presidente de la República en todas sus mañaneras siempre ha dicho que respeta los derechos humanos y más, pero en realidad esto no es así, dado que no se ha entablado hasta ahora ningún diálogo con las comunidades y tan es así que esos amparos se deben a eso”, justifica Montiel Montalvo.
Indicó que no ha habido un diálogo por parte del Gobierno Federal, “no se ha cumplido con esos estándares de la consulta, que las comunidades sepan de todos los daños ambientales que puede ocasionar este proyecto, situación que al Gobierno Federal parece no importarle”.
El litigante que apoyó a los colectivos exigió la defensa a los Derechos Humanos por las violaciones a los estatutos, como es el derecho a vivir en un ambiente sano, daños al patrimonio cultural y la consulta que no cumplió con los estándares internacionales.
Amparos en desacato
El primer amparo fue del 22 de febrero de 2021, cuando el Juzgado Tercero de Distrito con sede en Yucatán concedió la suspensión definitiva del tren maya por la omisión de anexos que se citaban en la Manifestación de Impacto Ambiental del Proyecto Tren Maya Fase 1 y que no estaban integrados en el expediente.
La medida prohíbe la ejecución de obras nuevas del proyecto en los municipios de Chocholá, Mérida e Izamal.
La medida fue promovida por el colectivo Kanan dedicado a la defensa de los derechos humanos.
Como respuesta, el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) debería utilizar las instalaciones existentes que, según los estudios, representan el 90 por ciento del total de obra.
Además, continuarán los procesos legales para impugnar las suspensiones definitivas.
El 18 de marzo se sumaron otros tres amparos definitivos otorgados por el Juzgado Cuarto de Distrito de Yucatán al poner en duda los daños al medio ambiente de la región con la construcción del tren maya y los asentamientos humanos alrededor. En tal resolución se suspende la autorización de Semarnat al proyecto.
“Dicha concesión tiene el efecto de que cesen los trabajos de construcción o cualquier otro que implique deforestación o puesta en riesgo de especies animales y vegetales autóctonos de los territorios del Estado, por lo que la autoridad responsable en el artículo 149 de la ley de Amparo deberá ordenar a cualquier particular la inmediata paralización de la ejecución, efectos o consecuencias de dicho acto”, establece claramente la medida cautelar otorgada a favor de los colectivos.
Estos tres amparos fueron presentados por la Asamblea de Defensores del Territorio Maya Múuch’Xíinbal y el Colectivo Chuun Táan Maya. Aún falta por resolverse dos más.
Las autoridades federales tratan de impugnar la resolución y hasta el momento no la han respetado, al continuar con los trabajos en el reporte de la semana 31 de 157 que se planean laborar.
Con información de Milenio Novedades