El presidente estadounidense, Donald Trump, amenazó con recortar fondos federales a ciudades donde se han producido protestas notables contra el racismo, entre ellas Nueva York, Washington, Seattle y Portland (Oregon), que tachó de “jurisdicciones anarquistas”.
Trump firmó un documento distribuido por la Casa Blanca en el que declara que su Gobierno “no permitirá que los dólares de los contribuyentes federales financien ciudades que se han deteriorado hasta ser zonas sin ley”.
El mandatario ordenó al fiscal general de EE.UU., William Barr, que publique en el plazo de dos semanas una lista de “jurisdicciones anarquistas” que han “permitido que persista la violencia y la destrucción de la propiedad, y que se han negado a tomar medidas razonables para contrarrestar esas actividades criminales”.
Aunque esa lista aún está por elaborar, Trump mencionó en concreto cuatro ciudades donde ha habido fuertes protestas contra la violencia policial contra los afroamericanos en los últimos meses: Nueva York, Washington, Seattle y Portland, todas ellas gobernadas por la oposición demócrata.
El presidente instruyó al director de la oficina de presupuesto de la Casa Blanca, Rusell Vought, a recopilar en el plazo de un 30 días detalles sobre “todos los fondos federales proporcionados a Seattle, Portland, Nueva York y Washington, DC”.
A continuación, Vought deberá determinar cómo “restringir o desfavorecer la capacidad de las jurisdicciones anarquistas de recibir subvenciones federales, hasta el grado máximo que permita la ley”.
El gobernador del estado de Nueva York, el demócrata Andrew Cuomo, reaccionó al tema desde su cuenta oficial de Twitter, en la que restó importancia a la amenaza de Trump pero denunció que el presidente “se niegue a proporcionar fondos que los estados y ciudades TIENEN que recibir para recuperarse” de la pandemia del COVID-19.
“(Trump) no es un rey. No puede ‘quitar los fondos’ a la ciudad de Nueva York. Es un ardid ilegal”, opinó Cuomo.
Esta no es la primera vez que Trump intenta privar de fondos federales a las localidades que implementan políticas a las que se opone.
En 2017, trató de hacerlo con las llamadas “ciudades santuario”, aquellas que se niegan a colaborar con las autoridades federales para deportar a inmigrantes indocumentados, pero los tribunales frenaron ese decreto de Trump al considerar que el presidente no puede decidir sobre presupuestos municipales.
En el último mes, Trump ha subido el volumen a su lema de “ley y orden” y lo ha convertido en una bandera electoral de cara a los comicios del 3 de noviembre, e insiste en denunciar a los “anarquistas” y “criminales” que han protagonizado altercados en las manifestaciones contra el racismo, sin distinguirlos de la mayoría que protestaba pacíficamente. Información Noticieros Televisa