Por Francisco Garfias
El tono utilizado por Enrique Peña en su mensaje a Donald Trump es el que muchos exigían.
La abierta hostilidad del jefe de la Casa Blanca hacia su vecino del sur tiene a los mexicanos agraviados, enojados, hartos de las amenazas y las faltas de respeto del megalómano y supremacista Presidente de Estados Unidos.
El jefe del Ejecutivo por fin alzó la voz al improvisado presidente gringo, descrito alguna vez por su excolaborador estrella, Steve Bannon, como un “simio grande y afectuoso” (Fuego y Furia, Michael Wolff, página 37).
Peña le dijo que si sus recientes declaraciones sobre nuestro país derivan de una “frustración” por asuntos de política interna, de sus leyes o de su Congreso, se dirija a ellos y no a los mexicanos.
Un ¡ya basta! que acompañó con una frase de John F. Kennedy que, suponemos, ilustra la postura que asume México en las negociaciones sobre el Tratado de Libre Comercio: “No tenemos miedo a negociar, pero nunca negociaremos con miedo”.
El mandatario estaba obligado a hablar para la tribuna, después de la andanada de tuits y declaraciones de Trump contra nuestro país en lo que va de la semana.
Pero hay que subrayar que eso es retórica pura, “jarabe de pico”, para ponerlo en términos coloquiales.
Ayer mismo charlaba sobre este tema con Eddie Varón, consejero de la Barra Americana de Abogados, conocedor del establishment estadunidense, exrepresentante de la PGR en Estados Unidos.
Nos decía que el discurso podría acompañarse con medidas como la derogación del tratado bilateral que permite a los reos que delinquieron en el otro país purgar la mitad de su condena en su lugar de origen.
Varón sabe de lo que habla. Los familiares de los gringos no quieren saber nada de las cárceles mexicanas y muchos connacionales no se quieren regresar.
El abogado también sugiere darles a los gringos donde más les duele: el dinero.
Hay alrededor de 50 mil millones de dólares retenidos a trabajadores mexicanos indocumentados por concepto de seguridad social.
Eddie Varon recomienda poner una demanda para reclamar esos recursos que pertenecen a los trabajadores mexicanos. Sobre ese dinero, los gringos guardan un conveniente silencio.
A Rubén Moreira, exgobernador de Coahuila, se le viene una tormenta del norte. El citado Eddie Varón nos contó que va a poner una demanda “por daño moral” e “intento de encubrimiento” en contra de las autoridades locales, por el asesinato de dos hombres procedentes de Estados Unidos —un ciudadano y otro residente legal— a manos de la policía estatal en octubre del 2017, cuando todavía estaba en Palacio de Gobierno.
La historia es la siguiente. Las dos víctimas circulaban ese 28 de octubre por una carretera federal cercana a Saltillo, allí se toparon con un retén.
El comunicado de la policía, que al final resulto falso, dice que los dos hombres se rehusaron a detenerse en un punto de revisión y que al sentirse perseguidos “dispararon primero”.
Los dos policías fueron encarcelados luego de que quedó demostrado, con pruebas científicas, que a los estadunidenses ejecutados se les hicieron exámenes, y que no tenían rastros de pólvora en las manos.
Varón fue contactado por una de las viudas, Edith González, para que se ocupara del caso. Nos dice que el FBI, donde tiene amigos, le pidió, expresamente, que lo tomara.
“Me voy a apersonar en Coahuila dentro de siete días”, adelantó.
Entrada la noche del miércoles 5 de abril recibí en el celular una llamada del exsenador del PAN, Eugenio Govea, hoy integrante de Movimiento Ciudadano. Nos tenía malas noticias: La Junta Local del INE en San Luís Potosí le negó el registro a Xavier Nava como candidato del PAN-MC a la alcaldía de San Luis Potosí.
Cinco minutos después estaba hablando con Xavier Nava, un joven político de estirpe demócrata (es nieto del doctor Salvador Nava), quien me puso al tanto de lo insólito, basado en un error del INE.
Nava se registró primero como candidato independiente a la presidencia municipal. Su registro fue aceptado. Le dieron una contraseña para el Sistema Integral de Fiscalización.
El pretexto para sacarlo es que la autoridad electoral afirma que no presentó el informe de ingresos y gastos por los días que anduvo como independiente. Pero sí lo presentó, aun cuando no alcanzó a hacer gasto alguno. Nos mandó copia de la notificación del informe.
Pero el hombre se desistió de ir por la vía independiente al recibir el respaldo del PAN y el MC a su candidatura.
Ambos partidos se negaron a apoyar la reelección del polémico alcalde capitalino, Ricardo Gallardo Juárez, y hacerlo abanderado del Frente. Sobre Gallardo Juárez pesan señalamientos de enriquecimiento ilícito, amenazas y extorsión.
El PRD, para variar, no tuvo pudor y lo postuló. El INE no vio impedimento legal en este caso, pero en el otro, el del joven Nava, sí.
¿Usted entiende a qué juega el Instituto? Yo tampoco. Información Excelsior.com.mx