CIUDAD DE MÉXICO.
Aunque en el país se estima que hay 40 millones de mexicanos con trastornos de sueño e insomnio, solamente dos millones de personas acude al médico para recibir tratamiento.
Así lo dio a conocer la Academia Mexicana de Medicina del Dormir, que advirtió que los mexicanos no desconocen la relación del insomnio con enfermedades como la diabetes, hipertensión, enfermedad coronaria, obesidad, depresión y ser proclives a accidentes.
En el marco del Día Mundial del Sueño, la falta de descanso está relacionado con 18 por ciento de los accidentes carreteros y 36 por ciento de los accidentes aéreos, de acuerdo con la Organización Mundial para la Salud (OMS).
La organización internacional estima que 30 por ciento de los accidentes están relacionados con el cansancio o el sueño durante el día.
El especialista destacó que el insomnio afecta más a las mujeres, en relación con los varones.
Señaló que uno de cada 10 adultos tiene problemas para dormir.
Por su parte, especialistas del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias Ismael Cosío Villegas (INER) señalaron que la obesidad, sobrepeso e hipertensión son factores de riesgo para desarrollar apnea del sueño y en México uno de cada cuatro adultos puede padecerla.
En conferencia de prensa, en el marco del Día Mundial del Sueño y con el lema Únete al mundo del sueño, el jefe de la Unidad de Medicina de Sueño del INER, Luis Torre Bouscoulet señaló que 10 por ciento de la población tiene mala calidad del sueño y sólo uno de cada dos adultos duerme el tiempo adecuado.
Aseguró que de acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición de Medio Camino 2016, 48 por ciento de la población presenta ronquidos al dormir, de ellos 57 por ciento son hombres y 40 por ciento mujeres.
Además, el especialista detalló que cinco por ciento de las mujeres consumen algún medicamento para dormir, debido a la dificultad para conciliar el sueño.
Al respecto, la médico siquiatra especialista en sueño de la Unidad de Medicina de Sueño del INER, Margarita Reyes Zúñiga, señaló que los niños en edad escolar deben dormir entre 9 y 11 horas; adolescentes entre 8 a 10 horas; adultos de entre 7 a 9 horas y las personas de la tercera edad aproximadamente de 7 a 8 horas, de lo contrario es un factor de riesgo para la salud física y emocional.
Recalcó que al no dormir las horas necesarias se incrementa el consumo o el antojo de alimentos no saludables, principalmente los que contienen más calorías, por lo que puede generar obesidad o sobrepeso.
Con los niños
Según Merck, un niño que no descansa por las noches las horas que debe, se ve reflejado directamente en su crecimiento, ya que la somatropina u hormona de crecimiento se libera mayormente durante la etapa de sueño profundo y si un niño es incapaz de llegar a ésta, puede desarrollar talla baja, es decir, que a pesar de tener una expectativa de medir 1.70 metros en su edad adulta, puede quedarse en 1.60 metros o menos, debido a esta alteración en la liberación de la hormona.
“Existen factores externos que promueven la producción de hormona de crecimiento y uno de los más importantes es el sueño”, afirmó Armando Blanco, endocrinólogo pediatra.
Alertan que capitalinos duermen poco y mal
Las horas de sueño de Paulina “se van como agua”. De lunes a viernes se levanta a las 4:30 horas de la madrugada, pero se duerme entre las 23:00 y 23:30 horas de la noche anterior, dejando así que su cuerpo y mente descansen solamente un promedio de cinco horas diarias.
Y aunque la recomendación internacional de los especialistas dedicados a los trastornos del sueño indica que para los adolescentes y adultos lo ideal es dormir entre 7 y 9 horas por noche para obtener el mínimo descanso, la estudiante de 15 años simplemente no lo cumple, como tampoco lo pueden hacer la mayoría de los habitantes de la CDMX.
El director de la Clínica de Trastornos del Sueño de la UNAM, Ulises Jiménez Correa, aseveró que los capitalinos padecen el síndrome del sueño insuficiente, es decir, duermen poco y mal, en promedio entre 5 y 6 horas, pues se acuestan muy tarde y se tienen que despertar de madrugada porque los traslados en promedio son de una hora y media a dos horas para llegar a tiempo a sus destinos.
En la CDMX, explicó, jóvenes y adultos duermen tarde porque pierden entre 3 y 4 horas del día en sus traslados de ida y vuelta, pero ahora, con la era digital, hay que añadirle el tiempo que dejan de dormir por estar viendo las redes sociales hasta muy tarde.
Junto a las pocas horas que duermen los capitalinos hay que sumarle la contaminación auditiva y el exceso de iluminación a la que están expuestos, ya sea porque viven cerca de un eje vial, de hospitales, de paraderos, del aeropuerto o porque alcanza a entrar luz de un espectacular o del alumbrado público.
De acuerdo con las investigaciones de la Clínica de Trastornos del Sueño de la Universidad Nacional, el síndrome del sueño insuficiente que padecen los capitalinos genera malestares inmediatos como cansancio crónico, irritabilidad, ansiedad, un estado de ánimo depresivo, así como baja productividad en el trabajo o escuela. Información Excelsior.com.mx