Por Raúl Orvañanos
Cinco jornadas, casi un tercio del Torneo Guard1anes 2021 se ha consumido y hasta el momento no hay un equipo que se distinga o separe demasiado del grueso del pelotón de equipos competidores; los líderes hasta el momento no han marcado el ritmo al que les tendrán que enfrentar, es decir, no hay un claro manda más en la cima de la clasificación. Hasta arriba, con trece unidades, se encuentran empatados Toluca y América sin ser necesariamente los que mejor juegan; les sigue Tijuana que, en el presente torneo, el equipo parece decidido a sacudirse el letargo que acumularon de ediciones anteriores y pretenden hacer valer la ventaja que tienen como locales, el pasto sintético de la cancha del Estadio Caliente resulta incómodo para todos los rivales que visitan la perrera. Los protagonistas de la final del semestre anterior, no pueden levantar; León se encuentra en penúltimo lugar de la tabla general con cuatro puntos de 15 posibles; y Pumas, un lugar debajo de la zona de repechaje.
En la competencia mexicana de futbol profesional, no es extraño que el campeón empiece su defensa con problemas; en la falta de descanso y pretemporada, los equipos que no califican a liguilla tienen mayor tiempo de preparación, y el desgaste propio de las finales, el ganador llega al siguiente torneo con una carga de trabajo extrema, que en el medio se le ha bautizado como ‘campeonitis’. Incluso los equipos que han logrado el bicampeonato, León y Pumas, calificaron a estas liguillas en último lugar. El futbol mexicano no es una constante, ya no hay equipos que hicieran sentir su dominio por décadas enteras; Chivas de los 60, Cruz Azul de los 70, América de los 80, tal vez Necaxa en los 90 aunque no es un equipo de arrastre nacional y esos campeonatos poco ayudaron para lo dicho; pero a partir del cambio en el sistema de competencia los campeonatos se diluyen entre muchos otros; la percepción del tamaño de equipos como Toluca o Tigres sería mucho mayor si sus equipos de época no se confundieran con títulos logrados por cualquier otro equipo. Desde 2010 el equipo felino ha ganado 5 títulos, con un formato anual, estos significarían la mitad de los campeonatos disputados en un lapso de diez años; con los torneos cortos, estos mismos cinco grandes logros, se pierden entre los otros quince conseguidos por, alrededor de, otros diez equipos. Decir que el sistema de torneos cortos aumenta las posibilidades para que cualquier conjunte que compita logre salir campeón, es una contradicción cuando revisamos que existen equipos que en veintitantos años de competencias semestrales siguen sin conseguir la corona.
Monterrey se encuentra en quinto lugar, fuera de las posiciones que califican a liguilla directa, la continua inversión que hay tanto en la plantilla de jugadores, como en el cuerpo técnico, es motivo y presión, suficiente para que el equipo se mantenga dentro de los cuatro primeros; a pesar del robusto plantel con el que cuentan y el experimentado director técnico que trajeron para recobrar protagonismo, el conjunto no encuentra el equilibrio necesario para mantenerlo en la cima, no despliega un futbol vistoso y sus jugadores están por debajo de su nivel óptimo de juego. Los cambios se dan un paso tras otro, pero la competencia en México dura seis meses menos que en España; es muy importante tener un buen comienzo, no hay tiempo para tomar vuelo, convencer futbolísticamente desde el principio es necesario, contar con un futbol sólido que no se desmorone con la primera derrota al mostrar las fallas aprovechables por el rival.
Tigres y Cruz Azul se enfrentarán este miércoles en el cierre de la jornada, alargada por el compromiso felino en el Mundial de Clubes; con la mentalidad en el torneo local, tendrán que demostrar de qué estás hechos cuando enfrenten a la Máquina motivada por una consecución de tres triunfos; si los azules logran la victoria se meten de lleno en la pelea por los cuatro primeros lugares, si Tigres gana alcanza a Monterrey en el quinto lugar, para comenzar una competencia directa con el máximo rival. Ver a Pachuca en el último lugar de la tabla no es algo común, con la derrota en el Estadio Hidalgo frente a Atlas, el equipo ha tocado el fondo y se esperaría que venga una reacción desde la cancha que sostenga el proyecto dirigido por Pezzolano, la institución hidalguense no es de las que acostumbra a tomar decisiones apresuradas, sobre todo después de que en semestre pasado se quedaron cerca de eliminar a Pumas; fue la falta de contundencia la que los alejó de las instancias de honor hace unos meses, sin embargo, en el partido frente a los rojinegros se les vio desesperados por no tener ideas claras de creación de juego, los resultados no llegan y las estadísticas históricas del club comienzan a caer; el lunes contra Atlas, los partidos invictos como local. Información Radio Fórmula