Mérida.- “Yo veo – afirma Víctor Caballero- el futuro de la ciudad de Mérida con optimismo, convertida en uno de los ejes de crecimiento en todos los rubros de nuestra economía, cuyos beneficios se reflejen en mejor calidad de vida para sus habitantes”.
El ex secretario de Educación expone lo que constituye su visión de futuro: “una ciudad con mayor progreso y oportunidades para los meridanos, gracias a la fortaleza de su economía basada en más inversiones, infraestructura industrial y de servicios y empleos mejor pagados.
“Soy un hombre convencido de que lo que separa a una ciudad emergente de una ciudad de primer mundo, es la calidad de vida de sus habitantes. En Mérida tenemos todo el potencial para hacer de la capital, una ciudad de primer mundo. Hay que pensar en mejorar la calidad de vida de sus habitantes, hay que ver hacia el porvenir”, indicó.
Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en Mérida, hay más de 400 mil personas ocupadas, de las cuales 8 de cada 10 laboran en el sector terciario, que es el del turismo, los servicios, y el comercio, de ahí que el principal engranaje de la economía y empleos reside en esas actividades, puntualiza.
Estoy seguro que con el talento innovador de su gente, productividad y esfuerzo continuo de su gente, Mérida será más competitiva y abonará al crecimiento económico del estado, opina Caballero Durán en torno de las expectativas favorables para los casi 900 mil habitantes de la ciudad.
Reconoce que existen factores externos que repercuten en la economía, la inflación es uno de ellos, ya que tan sólo en lo que va de ese año ha sido, según el Inegi, de 5.55 por ciento, lo que hace que el valor del dinero sea menor y rinda menos.
No obstante, añade, Mérida es una ciudad pujante y que también los últimos reportes muestran que su aportación al Producto Interno Bruto (PIB) de Yucatán es considerable, de tal forma que la economía estatal crece en porcentajes superiores a nivel nacional y mundial.
Con este panorama general podemos ver que en sí, Mérida, concentra fortalezas y debilidades que es posible convertir en oportunidades que, bien conducidas, pueden enfocarse a lo que como ciudad necesitamos: mejorar el nivel de vida de nuestras familias.
Este tema del desarrollo económico requiere una adecuada planeación con impulso a todas las regiones de la ciudad y se terminen las divisiones de dos o más Méridas. “Nuestra ciudad es una sola, y nos pertenece a todos, y todos debemos vivir con dignidad en ella”, señala Víctor Caballero Durán.