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Una millonaria jubilación en tiempos de austeridad

Por Francisco Garfias

Lo que sigue es una mentada en tiempos de austeridad republicana. A Carlos Alberto Fuentes, hijo del líder del SUTERM, lo van a jubilar anticipadamente a los 45 años.

La prisa tiene que ver con el triunfo de AMLO. No vaya a ser que el próximo Presidente de la República impida el atraco (no se le puede llamar de otra manera).

El vástago del líder sindical es subgerente de Coberturas e Insumos de Producción, adscrito a la Subdirección de Finanzas de las oficinas nacionales de la CFE, de acuerdo al dictamen de jubilación anticipada, que emite la Gerencia de Relaciones Laborales de la citada Comisión.

El hombre se va con una pensión vitalicia de seis mil 660.26 pesos diarios (82% de su salario integrado), a partir del 16 de septiembre.

Pero hay más. Le concedieron una “prima legal de antigüedad” que suma siete millones 156 mil 887 pesos, por 26 años, 246 días de servicios.

Es lo que se lee en el dictamen 20/2018 JUB ANT de la Gerencia de Relaciones Laborales de la Comisión Federal de Electricidad.

Dice el documento:

“Solicitó la jubilación anticipada el propio trabajador, misma que autorizó el Director General de CFE, con la facultad que le otorga el acuerdo Número Cuarenta y Ocho de la Junta de gobierno de la Comisión Federal de Electricidad”.

Los abusos de la familia Fuentes son del dominio público. A su padre, Víctor Fuentes del Villar, líder del SUTERM, ya lo han balconeado en los medios.

En septiembre de 2015, El Universal publicó una nota sobre el veterano sindicalista que tituló: “Gana 20 mil pesos y tiene casas que valen 30 millones”.

Fuentes del Villar, 79 años, es célebre por el ritual que utiliza cuando sale a comer, generalmente a restaurantes de cinco estrellas.

Una larga fila de jóvenes mujeres, falda corta, lo espera cuando sale o entra y buscan llamar su atención en aras de ser contratadas en la CFE o lograr un aumento o una prestación.

Ése es el México que deberá cambiar con la “cuarta transformación”.

El nuevo dueño del PRD se llama Héctor Bautista, líder de la corriente Alternativa Democrática Nacional (ADN).
Es el que impuso a Ricardo Gallardo Cardona, un hombre con antecedentes penales, como coordinador de la bancada del PRD en la Cámara de Diputados.

La sorprendente designación es una muestra de que los otrora poderosos Chuchos pasaron a segundo término.

Saben del costo político que tendrá mantener el “liderazgo” de Gallardo, pero no tienen fuerza para evitarlo.

Tendrán que esperar un año para que la coordinación de la bancada en San Lázaro sea ocupada por un diputado de Nueva Izquierda. Ése es el acuerdo al que se llegó.

“Bautista sigue controlando buena parte del PRD. A pesar del tsunami de Morena, volvió a ganar Neza. Por eso urge una interna en el partido.

“Tendríamos una correlación de fuerzas al interior mucho más cercana a la realidad.

“En una interna, Nueva Izquierda volvería a controlar el partido. Impulsaríamos una línea política diferente y el llamado a un nuevo partido”, nos dijo un integrante de la corriente de Los Chuchos.

El PRI ya está muy viejo y débil para cambiar. Sus mejores cuadros envejecieron. No se preparó un relevo. Otra vez vamos a ver las mismas caras en las cámaras legislativas.
Ese vacío de cuadros jóvenes y bien preparados ha sido llenado por hooligans, como el exasambleísta Cristian Vargas, quien ayer dio la nota en el Consejo Nacional del PRI.

Ese sujeto, vinculado al grupo de Cuauhtémoc Gutiérrez, se abrió paso a empujones y gritos hasta llegar al estrado y mostrar a los consejeros una manta que decía “Peña entrega la Presidencia, ahora que libere al PRI”.

Claudia Ruiz Massieu, otrora secretaria general, fue ratificada en la presidencia del tricolor hasta que concluya el periodo (en 2019) que inició el sonorense Manlio Fabio Beltrones.

El otrora “partidazo” atraviesa por su peor crisis de la historia. Se hizo chiquito. No tiene credibilidad. Una encuesta de Demotecnia nos dice que un 52% de los mexicanos creen que va a desaparecer como partido; sólo un 31% vaticina que se fortalecerá.

Una medición para reflexionar.

Es evidente que en el PAN no logran ponerse de acuerdo en el nombre del coordinador parlamentario de los azules en el Senado. La designación se aplazó hasta después de las reuniones plenarias de sus grupos parlamentarios.
Sabemos que Damián Zepeda, jefe nacional de ese partido y futuro senador plurinominal, se aferra a autodesignarse en el cargo y eso ha detenido hasta el proceso para elegir al nuevo jefe nacional.

Sabemos también que la mayoría de los gobernadores de Acción Nacional lo tienen vetado. No quieren continuidad.

Los estatutos favorecen las ambiciones de Damián. El jefe nacional tiene facultades para designar a los coordinadores en las cámaras, previa consulta con los grupos.

La jugada va así. Para ser senador, Damián tiene que renunciar a la jefatura del partido. Lo sustituye un incondicional: Marcelo Torres Cofiño, secretario general.

Una vez en la presidencia, Torres Cofiño da el dedazo para favorecer al anayista.

Por sus declaraciones de ayer, Zepeda no parece dispuesto a ceder la coordinación ni a Rafael Moreno Valle ni a Gustavo Madero ni a nadie.

“Los nombramientos son una facultad exclusiva del dirigente nacional y no serán materia de intercambio de fichas”, dijo.

www.elarsenal.net

´ http://panchogarfias.blogspot.com

Información Excelsior.com.mx

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