CIUDAD DE MÉXICO.
Estudiar e instruirse, en todos los sentidos, es lo más importante y una de las decisiones más acertadas que podemos tomar en nuestras vidas. El conocimiento nos da herramientas que la experiencia en cualquier campo puede tomar mucho tiempo en alcanzar. Estudiar nos ahorra tiempo.
Toco el piano desde hace más de diez años y nunca tomé un libro o estudié. Aprender empíricamente te pueda dar cierto tipo de herramientas que una escuela no, pero si me hubiera dedicado a estudiar el instrumento como dicen los libros o con algún maestro, probablemente hubiera ahorrado muchísimo tiempo, tocaría mejor y quizás no estaría viviendo de escribir textos y estaría llenando el Azteca o girando con Belinda (mi sueño).
No siempre es buena idea “no estudiar”. Entiendo que vivimos en la época de Google y prácticamente podemos aprender cualquier cosa que queramos. También hay varios trabajos u oficios para los cuáles no se necesita algún tipo de título universitario, o en su defecto, al menos haber pisado una universidad.
El internet democratizó un poco esto, para bien y para mal. No estoy hablando de medicina, leyes o algunas carreras para las que tienes que pasar por una universidad obligatoriamente, ya que no conozco a nadie que se deje operar por quien aprendió a suturar con un video de Youtube o que contrate a un güey que aprendió leyes en cursos online. Algo que se ve mucho hoy en día, también, son los casos de personas que se graduaron de alguna carrera y no terminan ejerciéndola pero viven de algún otro oficio.
Ir a la universidad, estudiar o no, es un tema que tiene muchísimas opiniones encontradas y actualmente se está hablando mucho sobre esto. Para saber qué opinan del tema, le preguntamos a algunas personas graduadas si creen que estudiar valió la pena.
Sylvia, 27 años. Historia del Arte.
En general sí me sirvió, porque Historia del Arte es una carrera muy teórica. Aunque todos esos textos que nos dieron se pueden encontrar en cualquier parte, en lo personal yo no lo hubiera logrado sin los maestros que tuve. Te los explican a profundidad y la carrera es mucho más compleja de lo que parece, así que yo sola no hubiera podido. Pero también siento que la universidad está sobrevalorada.
En los cuatro años que estuve en la universidad, sólo puedo destacar cinco maestros que realmente fueron muy buenos. El resto de ellos —la mayoría—, me dejaron decepcionada. Estudié en una universidad privada y fue indignante que además de todo el dinero que tuve que pagar, hubo clases donde al final yo tenía que enseñarme sola. Pero sí, por esos cinco buenos maestros que tuve, soy la persona que soy como historiadora del arte, ellos me formaron completamente. Los maestros nos obligaban a estar cuestionándolo todo siempre y eso es algo vital en una carrera como ésta. El arte es un tema muy complejo que se puede ver desde muchísimas disciplinas, y dependiendo de la universidad, cambia el enfoque que le dan. En donde estudié la perspectiva era muy filosófica y compleja, y si no hubiera sido por estos maestros no hubiera entendido nada.
En cuestiones teóricas y académicas, ellos me formaron bastante bien. Todo el tiempo estoy cuestionándolo todo y también haber estudiado con un grupo de personas —todos súper distintos—, con personalidades bastante fuertes (quizás por el tipo de carrera) sirvió un montón. Toda la carrera estuvimos debatiendo los temas que estudiábamos y así nunca te estabas creyendo nada o dando algo por sentado, siempre pensando y cuestionando. Esto jamás lo hubiera logrado si no hubiera ido a la universidad.
Cuando estudié, estuve muy decepcionada con ciertos maestros y el sistema general de la universidad, pero ya viéndolo en retrospectiva guardo un buen recuerdo. Hasta ahora todo va bien en mi carrera.
Mariangelina, 24 años. Ciencias Políticas.
En realidad me parece que la universidad no es para todos y no todo el mundo es para la universidad. De repente sí te enseña cosas básicas de alguna carrera o te presenta a buenos amigos para el resto de la vida, pero siento que es más lo que uno aprende en cuestiones extracurriculares o en proyectos paralelos que lo que la misma universidad te da.
Siento que la oferta académica está obsoleta, y la forma de evaluar el conocimiento también. El emprendimiento es valorado en muy pocas universidades, casualmente la mía es una ya que tiene muchísimas materias en pro del emprendimiento. Muchos empresarios jóvenes han salido de mi universidad, pero igual no siento que sea la mejor experiencia de mi vida o lo que me moldeó a ser como soy.
Eduardo, 26 años. Artes de Grabación de Audio.
La educación universitaria para mí valió mucho la pena, sin embargo, no es tanto lo que la educación hace por uno, si no lo que hacemos con esa educación que recibimos. No creo que la vida sea una ciencia exacta y haya un sólo camino que recorrer para todo el mundo. Algunas personas aprovechan los estudios universitarios de una manera increíble (eso depende mucho de la persona, institución y carrera) y hay algunos que no los aprovechan. También están a los que les va mejor empezando en el campo laboral desde muy temprano en la vida, sin necesidad de algún estudio universitario.
Yo empecé mi vida universitaria sin saber mucho la dirección que quería tomar. En mis primeros años estudié Comunicación Social y no terminé la carrera. Antes de obtener el título me fui del país para estudiar artes de grabación en Estados Unidos. La verdad es que esos años no contribuyeron mucho en mi crecimiento más que para conocer gente y definir qué es lo que quería hacer más adelante.
Conozco muchas personas que trabajan en el mundo audiovisual que no cursaron la universidad, como también hay gente que trabaja en prensa y no tuvieron que estudiar periodismo, pero esto depende de la naturaleza del trabajo. Por ejemplo, la medicina y la ingeniería son ciencias prácticas que ameritan ser estudiadas durante y después de la universidad.
Pienso que no hubo un sólo día de mi carrera en el que no aproveché mi experiencia. Recuerdo siempre estar alquilando libros en la bibliotecas para transcribirlos mientras mis roomies dormían. De hecho, mi primer trabajo vino a través de los contactos que hice en la universidad y tuve la oportunidad de trabajar con Luis Fonsi y Olga Tañón. No estaría donde estoy sin todas las conexiones que hice en la universidad y que me abrieron puertas en este mundo. Actualmente trabajo en Disney, donde grabo bandas en estudio, produzco y mezclo shows en vivo.
Para mí valió la pena totalmente, pero no digo que sea el único camino para llegar a donde quieres estar y a partir de eso tomar decisiones. Si sabes lo que quieres, pues sabrás si tienes que cursar una carrera de educación superior o no. Todo depende del camino que quieras tomar.
Harold, 22 años. Periodismo.
Mi experiencia en la universidad se remonta a los días de soñador. Quería ser cineasta e irme a estudiar a Londres al terminar la preparatoria. No ocurrió y decidí mudarme a otra ciudad de mi país y estudiar periodismo. Aquellos días fueron muy complacientes y llenos de ansiedad, pero con el tiempo, naturalmente fue menguando. Hoy con tres años de haberme graduado y con un poco de perspectiva, me apego a la idea de que la universidad no valió la pena en lo que debió, pero hice amistades que me servirían como contactos luego, y obviamente ciertos conocimientos habituales. Sin embargo, aún en mí sigue viva la esperanza por la universalidad de los pensamientos y el conocimiento como base de eso. Pueden existir universidades en las que valga la pena estudiar, pero ahora mismo en mi país no las tenemos.
Marcos, 25 años. Contaduría.
Pienso que no valoramos todo lo que nos enseñan en las aulas de clase porque quizás sentimos los textos muy tediosos o las mismas clases. Pero a medida que avanzamos más, conocemos profesores que abordan nuestra capacidad analítica para hacernos entender las cosas un poco más a fondo. Yo fui profesor de la universidad una vez que me gradué y, claro, entiendo que hay personas que pueden ser mucho más autodidactas que otras. Y sí, hay universidades que ponen las mentes de los alumnos un poco más “cuadradas”, pero todo depende de tu punto de vista. Pienso que para las personas que no tienen quizás unos dones comerciales o algo por el estilo para montar su propio negocio, la universidad sirve de gran ayuda, ya que si la terminan tendrán un título que les permitirá trabajar en alguna empresa. Información Excelsior.com.mx