Por Adrián Rueda
Lo que hace unos días empezó como una protesta vecinal para exigir suministro de agua en Tláhuac, se está convirtiendo en una campaña cada vez más fuerte para bajar del puesto al alcalde moreno Raymundo Martínez Vite.
Cierto que casi toda la cuarentena los habitantes de esa alcaldía han carecido del suministro del vital líquido, pero tampoco están contentos con los pésimos servicios urbanos ni con la creciente inseguridad que viven día con día.
A mitad de semana se organizó un bloqueo, que terminó en un acto para llamar a juntar firmas a favor de la destitución del alcalde, quien por ciento se mantiene escondido sin dar la cara a sus gobernados.
En un principio se pensó que se trataba solamente de una grilla interna de Morena, pues entre los organizadores del plantón y la gente que comenzó a recolectar las firmas, se pudo observar a operadores políticos relacionados con el exdelegado Rigoberto Salgado.
En la administración anterior, mientras Martínez Vite era diputado local, Salgado fungió como el último jefe delegacional en Tláhuac, de donde estuvo a punto de ser destituido y encarcelado por sus presuntos nexos con El Ojos, narcotraficante abatido por la Marina.
Todos los indicios lo señalaban como gente cercana al fallecido capo, incluso, en lo que fue la última Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) se comenzó a organizar su desafuero, pero el terremoto de septiembre de 2017 detuvo todo.
Gracias a esa tragedia, Salgado no sólo evitó ir a juicio, sino que, incluso, pudo colocarse como aspirante a diputado local, lo cual logró supuestamente con el apoyo de Claudia Sheinbaum, con quien presume tener cercanía.
Cómo debe estar de salada esa alcaldía que, quien era alcalde en 2018 estuvo a punto de ser echado y al final terminó como legislador. Y quien era legislador llegó como primer alcalde y hoy está en la mira de sus propios compañeros.
Porque no se puede ocultar que quien está detrás de las firmas, que por ciento ya rebasan las tres mil para que Martínez Vite se vaya, es su compañero de partido Rigoberto Ochoa, aunque de otros partidos ya se sumaron a la causa.
Incluso, el diputado panista Jorge Triana subió a sus redes un video en donde pone en duda la continuidad del morenista, preguntando si será el primer alcalde de la 4T que caiga en la CDMX.
Parece que los astros se le están desalineando al alcalde pejista, que, a pesar de su pésimo desempeño, aspira a la reelección por otros tres años. Lo malo para él es que no es el único aspirante en Tláhuac y en una de ésas en lugar de reelección hay destitución.
Si se juntan las firmas –como parece que se juntarán-, cuidado.
CENTAVITOS
Apenas ayer el diputado local Héctor Barrera anunciaba que había dado positivo a covid-19, y ayer se sumó a sus filas el también diputado Emmanuel Vargas Bernal, de Morena. Pero querían sesionar a fuerzas en Donceles, ¿no? La tarde de ayer se escuchó por la frecuencia policiaca la supuesta muerte por coronavirus de José Francisco Villagómez Pulido, identificado como Jefe Plata en la alcaldía de Gustavo A. Madero. Aunque varios uniformados fueron informados por la frecuencia del fallecimiento de quien también era conocido como Centauro 1, dicen que el alcalde Francisco Chiguil no quería que se diera a conocer esa baja. Información Excelsior.com.mx