MADRID.
La “realeza” de Netflix se sincera con el estreno de la segunda temporada de The Crown, ya disponible en la plataforma. Para Vanessa Kirby, hermana de Isabel II en la ficción, dar vida a un personaje “tan conocido, cuya familia aún está viva” ha sido “intimidante”. Pero la actriz ha pensado como lo haría Margarita y, después de dos temporadas en su piel, aseguró que si la Princesa hubiera reinado “sería definitivamente más divertido”.
“Me encanta la idea, llegaría tarde a todos los actos”, fantaseó Kirby en un encuentro durante la premiere de la ficción.
Lo cierto es que la Princesa no fue un ejemplo dentro de la Familia Real Británica… Y su versión ficticia ya sufrió las consecuencias en la primera temporada, como confirma la actriz: “Margarita representa la presión por casarse”.
Siempre comparada con su correcta hermana Isabel (Claire Foy), casada y reina a los 21 años, un “complejo de inferioridad” persigue a Margarita, que trata de “encontrarse a sí misma” en los nuevos episodios. Así describe Kirby la transformación de su personaje, tras alejarse de su amor prohibido, el capitán Peter Townsend (Ben Miles).
Este fue el gran punto de inflexión entre Margarita e Isabel (Claire Foy) en la primera temporada, y el comienzo de la espiral de alcohol y fiestas en el que el personaje de Kirby se adentraría.
Pero, según confesó la actriz, “las relaciones entre hermanas siempre son complicadas, ahora tratan de resolver los problemas juntas”.
Y es que ambas son las dos caras de la moneda, pero juntas representan la imagen de un país. Kirby definió a su personaje como inestable y “vibrante”, capaz de “estar muy, muy arriba y de repente sentirse muy, muy abajo”, mientras que la Reina se muestra siempre “lineal”, aunque su vida no sea precisamente un cuento de hadas.
Lo cierto es que el desamor y las pasiones sacuden sin piedad a la Corona en la segunda temporada.
“Se lo que soy, se lo que represento”, es lo que Margarita se dice a sí misma para tratar de poner solución y dar el gusto a la Familia Real de verla casada, ha desvelado Kirby. Aunque en realidad se trate de un ‘regalo envenenado’.
El elegido para contraer matrimonio con la hija menor de Jorge VI fue Antony Armstrong-Jones, un fotógrafo de vida alegre que llegó con el fervor de los sesenta y que en la serie es interpretado por Matthew Goode. Un personaje que para Kirby es simplemente “perfecto”, ya que “es capaz de intimidar a Margaret, cosa que nadie más es capaz de hacer”. Para más datos, Kirby aseguró bromeando que “es el mejor personaje del que he sido novia”.
Sin embargo, en la ficción Antony “es todo lo contrario” a la familia de su nueva conquista, indicó Kirby, cuyo personaje “decide romper con todo” a través de esta sonada relación, que escandaliza a Inglaterra a lomos de una motocicleta.
Son momentos conflictivos para la monarquía del Reino Unido, aunque Margarita “encuentra la solución”, no sin antes causar un revuelo tremendo en Buckingham con una atrevida portada en los periódicos.
Y es que si hay algo que desprende Margarita en esta segunda temporada en sensualidad. Kirby todavía recuerda lo “nerviosa” que ha estado durante todo su camino en la serie, en la que “ha evolucionado”, especialmente al dejar de lado la imitación física.
“No me parezco a ella (Margarita), soy más alta que Claire y la Reina madre, ¡así que, fuera tacones!… Pero he intentado concentrarme en la esencia, escuchar su música y pensar en lo que ella creía”.
Ahora es el momento de que Kirby se despida de la Princesa rebelde de Inglaterra, con la mirada puesta en su papel en la sexta entrega de Misión Imposible y dejando atrás lo que es, según su experiencia como Margarita, “un drama en el que cada día es una prueba”. Información Excelsior.com.mx