Con el apoyo del Gobierno de Dinamarca, el INECC realizó un estudio de las emisiones de CO2 a lo largo del ciclo de vida de los vehículos para las tecnologías convencionales y las de bajo carbono.
El ciclo de vida de las tecnologías de transporte incluye la producción y distribución de combustibles, la manufactura de los vehículos, el uso, el mantenimiento, y su disposición o reciclaje al final de su vida útil.
Con el propósito de saber en qué medida la adopción de las diferentes tecnologías bajas en carbono contribuye a la mitigación en México, el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC), en conjunto con el Ministerio de Energía de Dinamarca y el Centro de Análisis de Ciclo de Vida y Diseño Sustentable (CADIS), realizó el estudio “Análisis de Ciclo de Vida para Tecnologías de Transporte Seleccionadas Bajas en Carbono 2017.”
En el contexto mexicano, las tecnologías catalogadas como bajas en carbono cumplen con el propósito de reducir las emisiones de gases efecto invernadero (GEI) durante el ciclo de vida de un automotor, en comparación con las tecnologías actuales disponibles (business-as-usual BAU), concluyó el estudio.
Por ejemplo, si se toma en cuenta la mezcla eléctrica actual, los autos eléctricos de batería representan una opción factible para reducir las emisiones de GEI hasta un 40% en comparación con el auto a gasolina. Estas emisiones ya incluyen las correspondientes a la generación eléctrica asociada a la carga del vehículo.
Se espera que para el año 2030, el 27.6% de la electricidad se genere a partir de fuentes renovables y en total un 35% de energías de bajas emisiones. Cuando se utilice esta electricidad para alimentar un automóvil eléctrico recargable, durante su ciclo de vida se podría lograr una reducción del 52% en las emisiones de GEI en comparación con un automóvil a gasolina representativo en el mercado mexicano.
El Análisis de Ciclo de Vida concluye que en el caso de los vehículos de carga media el transporte híbrido es una alternativa idónea para la reducción de las emisiones de GEI, ya que disminuye el 44% de emisiones de GEI. El vehículo de carga media a gas natural comprimido también ofrece una opción con un rendimiento mejor que el de EPA 10/Euro 6, con una reducción aproximada de GEI del 21%.
En el caso de vehículos de carga pesada para pasajeros, la alternativa para la mitigación de GEI es el vehículo a gas natural comprimido. La adopción de autobuses con este tipo de energía podría generar una disminución del 13% en la huella de carbono del transporte para pasajeros. El INECC realizará estudios adicionales comparativos respecto de los vehículos eléctricos de carga de pasajeros que próximamente entrarán a nuestro mercado.
Acerca del final de la vida útil de los vehículos, el estudio destaca al reciclaje como una alternativa para reducir las emisiones de GEI en el sector transporte, al evitar el consumo de materiales primarios en otros sistemas de productos. Bajo el supuesto de que el acero, el aluminio, el vidrio, el PEAD y el caucho de un automóvil se reciclan por completo, la reducción en las emisiones de GEI en su ciclo de vida podría alcanzar el 10.3%.
Es importante señalar que la aplicación prevista del estudio es generar información representativa y basada en la ciencia, útil para los procesos de toma de decisiones en México. Previo al estudio no se contaba con datos sobre el impacto ambiental potencial del ciclo de vida de las tecnologías de transporte disponibles en nuestro país. La Ley General de Cambio Climático señala que la priorización de tecnologías debe basarse en los análisis de ciclo de vida.