Venados dominó, pisó, mordió y le dio cádetra de fútbol al campeón. Los ciervos mostraron el hambre del necesitado y empataron 1-1 contra el actual monarca del torneo, el San Luis, en la jornada 3 del torneo Clausura 2019 del Ascenso MX. Los goles fueron de Noe Maya por los visitantes y de Carlos Ramos por los ciervos.
No hay mañana en este torneo y menos cuando se juega contra el campeón. Con la mente puesta en arrugarle el título y dejar los tres puntos en casa, Venados saltó a la cancha del Iturralde tal y como dijo Aldo Polo a mitad de semana: “con el cuchillo entre los dientes” para darle una alegría a la afición y una bocanada de aire al equipo.
Ordenados pero deseosos, los ciervos comenzaron el trámite del partido con la consigna de imponer condiciones desde el principio y en los primeros minutos pelotearon por toda la cancha para que el rival corra tras la redonda.
San Luis respondió peleando la pelota para recuperar. La defensa yucateca resolvió bien y sin contratiempos.
La primera llegada de peligro ocurrió cuando no se cumplían ni cinco minutos en el reloj y por conducto de Franco Faría que se llevó con facilidad a su marcador, llegó a línea final y sacó un centro que no encontró delantero ni alma que la empuje. El ciervo mordía el frente y juntaba líneas para apurar la recuperación de la pelota.
Venados lucía ordenado y apostó por la velocidad de su correcaminos argentino, Faría, que entre sancadas y habilidad lo mismo desbordaba que enloquecía a un defensa para que le entregue la falta.
Fue hasta el minuto 10 que Navarrete tocó el balón para controlar un tiro de larga distancia de Fernando Madrigal, pero fuera de eso y antes de la decena de minutos no tuvo nada.
De pronto el partido se ensució. Faltitas, faltotas e interrupciones al libre correr de la pelota. En uno de esos cortes el árbitro le enseñó el cartón preventivo a Carlos Ramos por una entrada más táctica qu fuerte. Todo esto mientras corría el minuto 15 y al 16′, una llamada de advertencia del actual monarca.
Fue un disparo fortísimo que rozó el palo derecho de Navarrete y que regaló fracciones de segundo de angustia a la afición en la grada.
Lo bien que comenzó el encuentro deformó en una maraña de cortes al partido, jaloneos y fuerza que demostraba las ganas de ambos equipos, pero con muy poca idea futbolística. El campeón no parecía campeón y el ciervo cayó en el ritmo lento y trabado de los sanluisinos.
Un tiro de esquina cobrado por Luis Sánchez regaló otra pulsación extra a la emoción de la tambora en la grada. La pelota se paseó sin hallar pierna local que la meta a las redes y sí halló la de un defensor que la alejó de la portería.
Al 25′ el central emparejó el rubro de amonestados cuando pintó de amarillo al rojiblanco Pedro Mario Álvarez por un faul que mandó al piso a Faría cuando este escapaba solo con el marco entre ceja y ceja.
A los 30 minutos ocurrió un milagro… para el rival. Se salvó en tres contrarremates, todos en línea de gol. La diosa Fortuna tenía puesta la jersey del Atlético San Luis. Hay momentos así.
Después Uscanga y Faría le pintaron un baile a media defensa visitante y el árbitro le quitó lo bonito a la jugada que había dejado al argentino en posición inmejorable. Todo por una posición adelantada que salvó, tal y como la fortuna minutos antes, al campeón. Alfonso Sosa, meditabundo, miraba de reojo al reloj y al árbitro como queriendo apurar el tiempo y llegar al descanso.
Otro fuera de lugar, a los 36 minutos, le arrancó el gol a Freddy Martín que de un zurdazo venció a Carlos Rodríguez. Y para no variar, una posicion ilegal más le anuló otra anotación, ahora a Uscanga, dos minutos después. El ciervo jugaba como juegan los grandes y el San Luis, acorralado, defendía con uñas, dientes, rodillas, pechos y hasta con la fortuna.
El primer tiempo se extinguió con un cero a cero que los potosinos agradecieron después de que Tamay robó un balón en medio campo y a velocidad desparramó a tres defensas hasta que la barrida puntual de Unai Balboa le frustró la intención.
Para la segunda parte saltaron los mismos hombres al campo de juego. Venados salió con la misma intención e intensidad y los de San Luis, a emparejar el juego porque otros 45 minutos así no iban a resistirlos.
Freddy Martín tuvo otra oportunidad dentro del área y levantó a la afición de su asiento, pero la barrida de Enrique López evitó un peligro mayor.
Venados seguía incisivo. Mordía todos los espacios del pasto, pero no encontraba el gol. San Luis seguía pegado al rezo, la fortuna y a su defensa que se revolvía heroicamente para evitar la caída de su meta.
Entre Faría, por la izquierda, Tamay por derecha y Freddy de pibote tenían en un serio predicamento al que apenas hace unos meses levantaba la copa que lo acreditaba como rey del Ascenso. Y si bien el ataque yucateco lucía como reloj suizo, la defensa coordinada por los Carlos (Ramos y Galeana) tenían una barrera infranqueable hasta el minuto 60.
El peligro tocó nuevamente a la puerta del San Luis, nuevamente por la banda izquierda, nuevamente por Faría. Después, una pincelada de Alfonso Tamay que, en tres cuartos de cancha, se sintió Lionel Messi y entre dribles, recortes y velocidad dejó mirando visiones a toda la defensa visitante y en el último toque cedió para Martín que remató descompuesto y estrelló el balón en el travesaño.
Y cuando mejor jugaba Venados cayó el gol de San Luis. Un tiro fuerte y raso desde fuera del área que dejó sin oportunidad a Navarrete al minuto 68 de tiempo corrido.
La anotación en contra no mermó el ánimo de Venados, que por el contrario se volcó al frente como animal herido. Y en esa ansia se encontró dos jugadas más de peligro en apenas un par de minutos.
El técnico quedó en la posición que quería. Adelantado en el marcador mandó su primer cambio y metió a Óscar Benítez por Kevin Lara. Orduña respondió con el ingreso del refuerzo Alan Murialdo por Freddy Martín. Ahí no paró la cosa, pues el segundo cambio astado fue para que ingrese Exequiel Márquez por Luis Sánchez.
Y no bastó. La necesidad obligaba y así lo entendieron los amarillos. Carlos Rodríguez tuvo oportunidad de salvar una vez más su marco y enviar a tiro de esquina un disparo de Franco Faría en la que fue su última jugada porque después le cedió su lugar al eterno Víctor Lojero.
Fue precisamente de esa jugada que dejó de herencia Faría que cayó el gol del empate. Carlos Ramos prendió un balón en la media luna del área grande y dejó su oportunidad al otrora héroe rojiblanco. El gol que le explotó en el pecho a todo el Iturralde.
A cinco del final, Uscanga y Murialdo tuvieron el segundo gol para la causa astada, pero ni los 193 centímetros del argentino alcanzaron para puntear una pelota que se paseó por toda el área chica y así se extinguió el partido.
El próximo partido de los Venados será de visita contra los Toros del Celaya dentro de la jornada 4 del Clausura 2019. El encuentro está programado el sábado 26 de enero a las 19:00 horas en el estadio Miguel Alemán Valdés y la afición yucateca podrá seguir las incidencias del partido a través de Facebook Live.
La jornada 5 será de descanso para los yucatecos y en la sexta salen de viaje nuevamente pero ahora para enfrentar a FC Juárez en el Olímpico Benito Juárez de esa ciudad fronteriza. El encuentro será el sábado 9 de febrero a las 7 de la noche y la transmisión televisiva corre a cargo de ESPN.
ALINEACIÓN VENADOS
Armando Navarrete, Luis Sánchez, Jonathan Sánchez, Carlos Ramos, Carlos Galeana, Gabriel Báez, Aldo Polo, Paúl Uscanga, Alfredo Tamay, Freddy Martín y Franco Faría.
ALINEACIÓN SAN LUIS
Carlos Rodríguez, Matías Catalán, Pedro Álvarez, Unai Balboa, Enrique López, Jorge Sánchez, Noé Maya, Fernando Madrigal, Kevin Lara, Nicolás Ibañez e Ían González.
CUERPO ARBITRAL
Abraham Quirarte (central), Jorge Sánchez y Mayra Mora (asistentes) y Luis Chávez (cuarto árbitro).