El virólogo Michael Worobey afirmó que el primer infectado del virus no corresponde a un hombre, como se dijo en un principio
Este jueves, se dio a conocer que el primer caso de COVID-19 en el mundo, identificado en la ciudad china de Wuhan, se habría registrado el 11 de diciembre de 2019, tres días después de lo que se señalaba en un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En un artículo publicado en la revista Science, el virólogo Michael Worobey aseguró que el primer infectado del virus SARS-CoV-2 no corresponde a un hombre, como se dijo, ya que, sería una vendedora que trabajaba en el mercado.
Debido a ello y como resultado del análisis de los primeros casos de COVID-19 en la ciudad, se inclina claramente la balanza hacia un origen animal del virus, pese a que -desde el inicio de la pandemia- los expertos debaten acerca del origen del virus ante la ausencia de pruebas.
El propio Worobey pertenecía a un grupo de 15 expertos que publicaron a mediados de mayo un artículo en la misma revista, donde pidieron una seria consideración de la hipótesis de una fuga de un laboratorio en Wuhan. No obstante, ahora su investigación “proporciona una fuerte evidencia a favor del origen de la pandemia a partir de un animal vivo” de este mercado.
“Dado que las autoridades sanitarias alertaron sobre casos de una enfermedad sospechosa vinculada al mercado a partir del 30 de diciembre de 2019, se habría introducido un sesgo que condujo a la identificación de más casos en ese lugar que en otros, centrando la atención en él”, detalló el experto.
Además, para sortear este sesgo, Worobey analizó los casos notificados por dos hospitales antes de que se diera la alerta. Sin embargo, estos casos también están relacionados en gran medida con el mercado, y los que no lo están se concentran geográficamente en torno a él.
“En esta ciudad de 11 millones de habitantes, la mitad de los primeros casos están relacionados con un lugar del tamaño de un campo de futbol (…) Se vuelve muy difícil explicar esta tendencia si la epidemia no comenzó en este mercado” señaló Worobey, entrevistado por el New York Times.
Cabe mencionar que Peter Daszak, quien se encontraba entre los expertos enviados por la OMS a Wuhan en enero de 2021, admitió que “la fecha del 8 de diciembre -cuando supuestamente enfermó el primer hombre con COVID-19- fue un error”.
No obstante, el South China Morning Post asegura que en realidad el paciente cero sería un hombre diagnosticado con neumonía atípica el 17 de noviembre de 2019 en la provincia de Hubei, en China. Dado que en ese momento los científicos no habían identificado que se trataba de un nuevo virus, no se le reconoce de forma oficial. Información Radio Fórmula