Los fabricantes de automóviles tienen ambiciosos planes para lanzar más de un centenar de nuevos modelos eléctricos en los próximos cinco años, pero parecen estar olvidando un pequeño detalle: los conductores todavía no están tan emocionados con esta tecnología.
Los coches eléctricos comprenden sólo el uno por ciento de las ventas de automóviles en todo el mundo y se prevé que para 2025 serán menos del 10 por ciento, según una investigación de la consultora LMC Automotive.
Pero mientras el apetito de los consumidores avanza lentamente, los fabricantes de autos planean lanzar un maremoto de modelos alimentados por baterías que pueden encontrar pocos compradores interesados.
“Cuando escuchas a la gente hablar sobre el punto de inflexión, es realmente que están contando la cantidad de oferta de productos”, dijo Hau Thai-Tang, director global de desarrollo de productos y compras de Ford Motor, sobre los autos eléctricos. “Nadie puede citar cuál será la demanda real”.
Con los costos de las baterías disminuyendo rápidamente y el aumento en el precio de las acciones de Tesla, las marcas se apresuran a entrar en el juego con sus propios modelos totalmente eléctricos.
General Motors ha anunciado planes para lanzar 20 modelos para 2023, mientras que Ford y Volkswagen se encuentran entre los que proyectan nuevas líneas eléctricas en China. Toyota prometió recientemente más de 10 modelos eléctricos a principios de la próxima década.
En total, se presentarán 127 modelos eléctricos en todo el mundo en los próximos cinco años, dijo Thai-Tang.
Una mezcla de pánico y promesa es la que impulsa a los fabricantes a establecer sus ambiciosos objetivos para alcanzar a los aparentes líderes del mercado: Tesla y GM, que gozaron de un aumento en el precio de sus acciones el año pasado.
La directora ejecutiva de GM, Mary Barra, dijo que su compañía venderá más de un millón de vehículos eléctricos por año, de manera rentable, para el 2026. El CEO de Tesla, Elon Musk, había planeado construir medio millón de autos eléctricos en 2018, aunque esa línea de tiempo podría verse comprometida por objetivos de producción para el sedán Model 3 de 35 mil dólares.
Wall Street continúa premiando a Tesla y le otorga mayor valor que a Ford, incluso cuando el fabricante con sede en Detroit eclipsa a la compañía de Musk en prácticamente cualquier métrica, desde la producción de vehículos hasta los ingresos. Las acciones de Tesla subieron arriba de 47 por ciento en el último año, mientras que las de Ford ganaron arriba de cuatro por ciento en el mismo periodo.
“Tesla tiene seguidores de culto y eso ayuda a construir el boom”, dijo Schuster. “Otras compañías dicen: ‘¿Cómo capturamos parte de esa atención que tiene Tesla? ¿Podemos hacerlo electrificando nuestra línea también?’”.
Hay un creciente optimismo de que el mercado eléctrico está listo para el despegue, en parte debido a las mejoras en la química y los costos de la batería y, por otra parte, por la idea de ‘si lo construyes, vendrán’.
Aun así, la prisa frente a la demanda incierta ha dejado a los proveedores de automóviles al borde, pues deben construir fábricas e invertir en componentes.
Rick Haas, otrora jefe de ingenieros del Model S de Tesla y quien ahora dirige las operaciones norteamericanas del fabricante de autos indio Mahindra & Mahindra, se cuenta entre los optimistas. Aunque los conductores de hoy en día no están demasiado entusiasmados con los autos con batería, las regulaciones más estrictas en lugares como China y las necesidades de energía de las funciones sin conductor podrían ayudar a acelerar la transición.
“Las cosas se mueven unas 10 veces más que como se movían hace 25 años”, dijo Haas. “Tan pronto como la pelota llegue a la cima de la colina y todo el mundo piense ‘estoy cómodo con esto’, entonces toda la industria cambiará”.
Y ningún fabricante de automóviles quiere quedarse atrás. “Habrá muchos ganadores y perdedores”, dijo Haas. “Las empresas morirán por esto”.
Ford no quiere ser una de las víctimas. Thai-Tang dijo que sus ingenieros y proveedores están trabajando arduamente para desarrollar una batería rentable que sea mejor y más barata que las versiones actuales de iones de litio. Toyota está trabajando con Panasonic en baterías de estado sólido densas en energía, consideradas como la próxima frontera en energía eléctrica.
Sin embargo, el mayor desafío puede no ser tecnológico. Podría ser de marketing, ya que más de 10 docenas de modelos luchan por una pequeña porción del mercado.
“La pregunta que nos hemos hecho a nosotros mismos es: ‘Ok, si vas a lanzar en ese desorden de 120 productos de la competencia, ¿qué va a permitir que alguien quiera siquiera considerar tu producto?”, dijo Thai-Tang, destacando que el diseño “provocativo” para el SUV eléctrico pequeño puede ayudar a diferenciarlo en un campo abarrotado. Información El Financiero