Mientras la ciudad de Mérida afronta diferentes problemas y aún no se recupera de las afectaciones por los daños al ducto de agua de la colonia Bojorquez, el alcalde Mauricio Vila Dosal disfruta de un partido de Grandes Ligas en Miami, Florida, entre los Marlines y los Gigantes de San Francisco, acompañado de su hermano Manuel, seguramente con cargo a las finanzas de la Comuna.
En una más de sus salidas internacionales para “establecer alianzas comerciales”, el presidente municipal panista tomó su asiento en el Marlins Park y junto con su consanguíneo degustó unos hot-dogs y unas cervezas, mientras presenciaban el juego entre ambas novenas, un gusto que pocos meridanos se podrían dar por el alto costo de las entradas.
No obstante de sus constantes viajes del alcalde al extranjero, sobre todo para establecer acuerdos, los resultados de los mismos no se perciben, pues hasta el momento no se nota un auge de inversión extranjera o una dinámica comercial que haga repuntar a la capital yucateca y sobre todo que se sienta en el bolsillo de los meridanos.