Mérida, Yucatán, 13 de marzo de 2019.- La mejor manera de conectarse con el universo y con la energía de miles de personas es viviendo un equinoccio en Yucatán, fenómeno en que el sol ilumina a la Tierra con la misma intensidad en los hemisferios norte y sur, y que sucede solamente dos veces al año: el 21 de marzo, por el inicio de la primavera, y el 22 de septiembre, por el otoño; en ambas, el día y la noche duran el mismo tiempo en todo el mundo.
Hasta la actualidad, se considera a las y los mayas de la antigüedad como sabios sacerdotes y arquitectos, con un profundo conocimiento astronómico. Las estrellas eran la base para planear sus vidas, sobre todo la agricultura, pues los equinoccios marcaban las temporadas de siembra y de cosecha, respectivamente.
Además, estos saberes les permitieron construir edificios y pirámides, calculando los efectos que la luz solar tendría sobre ellos en ciertas épocas del año, de acuerdo con su orientación. En esas fechas, se puede apreciar la increíble precisión que alcanzó este pueblo en las ciencias, aplicadas en sus espacios.
Hay dos opciones en Yucatán para admirar al máximo este maravilloso evento, que ya está cerca: seguir el sacbé o camino blanco que va hacia el Templo de las Siete Muñecas, en Dzibilchaltún, o visitar los impresionantes vestigios de Chichen Itzá; incluso, se puede acudir a ambas maravillas en la misma jornada.
Desde las 5:00 horas, la gente comienza a llegar al primer sitio, “donde hay escrituras sobre las piedras planas”, para observar el amanecer y cargarse de energía, pasear por el sitio y el museo, y darse un chapuzón en el Xlacah. Esta zona arqueológica, ubicada a sólo 20 minutos de Mérida, es la única que tiene un cenote en su interior, por lo que se recomienda llevar traje de baño, sandalias y toalla.
A menos de dos horas por la carretera a Valladolid, se encuentra Chichén Itzá, una de las Siete Maravillas del Mundo y declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco). Miles de personas asisten para observar el equinoccio vespertino y recorrer sus edificios, donde se respira un ambiente de paz y tranquilidad inigualable.
Al iniciar el fenómeno solar, en la pirámide de Kukulcán, se puede observar cómo las sombras forman siete triángulos que bajan por la estructura hasta rematar en la cabeza de la serpiente emplumada, al caer el ocaso. El mejor horario para ver este espectáculo, digno de presenciar al menos una vez en la vida, es entre las 12:00 y 14:00.
Siempre se espera un gran número de personas, así que se exhorta a llegar una o dos horas antes, con zapatos y ropa cómoda. Durante estas fechas, en ambas zonas arqueológicas, se recomienda integrarse a un tour para ahorrarse filas de estacionamiento y el tráfico que genera la popularidad del equinoccio.
A través de la Secretaría de Fomento Turístico (Sefotur), la administración estatal que encabeza el Gobernador Mauricio Vila Dosal invita a locales, nacionales y extranjeros a compartir en familia o con amistades estas experiencias inolvidables. ¡Vive el equinoccio de primavera en Yucatán!
Información adicional
Dzibilchaltún
Dzibilchaltún fue uno de los grandes centros urbanos que florecieron en el norte de la Península y, aunque es uno los más antiguos, pues data del año 500 a.C., conserva su esplendor y su increíble diseño arquitectónico en la actualidad.
Se ubica en el kilómetro 14 de la carretera Mérida-Progreso y cuenta con 12 sacbés por toda la ciudad, que conectan con el centro de la misma y las construcciones en su periferia. Al seguirlos, se podrá encontrar el cenote Xlacah, del que se ha rescatado piezas artesanales de gran valor, y se encuentra abierto para que el público pueda nadar en sus calmadas y cristalinas aguas.
El edificio más sobresaliente de la zona, en el que la gente quiere estar en primera fila para estas fechas, es el Templo de las Siete Muñecas, también llamado del Sol, por el increíble fenómeno que sucede en los equinoccios.
Las y los visitantes podrán atestiguar cómo el astro saluda y entra perfectamente en las puertas del recinto, gracias a los impresionantes conocimientos matemáticos, astronómicos y arquitectónicos mayas, una civilización avanzada para su época.
En www.yucatan.travel/arqueologia/dzibilchaltun, se puede saber más sobre esta experiencia.
Chichen Itzá
El pueblo maya de la antigüedad concebía el equinoccio como el momento en que Kukulcán baja a la tierra para otorgar buenas cosechas y salud a sus adoradores. La famosa serpiente emplumada ha enamorado y asombrado a miles de visitantes, que arriban de todas partes del mundo para vivir en carne propia este momento inigualable.
Normalmente, los tours llegan desde muy temprano a esta zona arqueológica, para que el público pueda integrarse al maravilloso ambiente que se forma en torno a las ruinas, con una oferta cultural que incluye desde bandas de rock hasta música y danza folclóricas.
La página www.yucatan.travel/arqueologia/chichen-itza cuenta con más información al respecto