Por Enrique Aranda
A Pascal, con respeto solidario
Considerado como insuficiente, aun antes de ser presentado de manera formal, el nuevo programa que para intentar paliar los efectos y remontar la profunda crisis económica detonada por el coronavirus y la caída de los precios internacionales del petróleo, podría, en su momento, obligar al gobierno de la 4T a contradecirse a sí mismo al intentar que cientos de funcionarios del más alto nivel acepten “de forma voluntaria” reducir hasta 25% su salario actual, amén de validar la propuesta de no tener “aguinaldo ni ninguna otra prestación de fin de año”.
El decreto signado por Andrés Manuel López Obrador, en efecto, destaca la referida propuesta de avanzar por la ruta de la reducción “voluntaria” del salario de funcionarios —desde subdirectores hasta el jefe del Ejecutivo— que, para decirlo claro, contradice lo expuesto por la polémica Ley Federal de Remuneraciones de los Servidores Públicos, aprobada antes aun del arranque de la administración en lo relativo, que tales ingresos no podrán ser modificados, sino de forma anual, para un ejercicio fiscal determinado.
Ello, más la insólita propuesta de cancelar el pago de aguinaldos u otras prestaciones pactadas colocará seguramente a cientos de “generosos” funcionarios con mayor o menor antigüedad, no pocos de ellos de extracción morena, ante la disyuntiva de permanecer en los cargos o renunciar o peor, a la necesidad de buscar ingresos alternos que, en los hechos, les llevará a descuidar responsabilidades o, perdón, a enfrentar la tentación de rebasar límites o abandonar principios.
Y todo, en el marco de un draconiano programa de austeridad que, con miras a liberar millonarios recursos para mantener programas “clientelares” y financiar obras tan cuestionadas como el Tren Maya, la ampliación de Santa Lucía o, por irrisorio que parezca, la refinería de Dos Bocas, no sólo no duda en inhabilitar buena parte de su estructura operativa, sino que, inclusive, cancela una decena de subsecretarías aunque, por contradictorio que parezca, garantiza empleo y sueldo a quien en ellas laboran.
Al tiempo, entonces.
ASTERISCOS
* Evidencia clara de que los estados van adelante en lo que a enfrentar la crisis económica por venir se refiere, la confirmación de Claudia Pavlovich de que ya hoy, en Sonora, se han autorizado más de 1,500 créditos a MiPymes de entre 10 mil y 50 mil pesos en el marco del programa Crédito Emergente Efecto COVID-19, diseñado con apoyo del empresariado. Bien.
* En San Luis Potosí, mientras, amén activar programas de apoyo a la planta productiva y defensa del empleo, el gobierno asumió la difícil tarea de entregar despensas y más desayunos escolares a domicilio para que niños y jóvenes no pierdan esa ayuda durante el tiempo de su “formación a distancia”. Punto para Juan Manuel Carreras.
* Tal como se pronosticó, el arribo de Omar García Harfuch a Seguridad Ciudadana en la capital arroja ya resultados en la confrontación con los cárteles de la droga que se consolidaron durante la gestión del no perredista Miguel Ángel Mancera: baja de 67% de secuestros, 43% en extorsiones y 21% en homicidios dolosos.
Veámonos el domingo, con otro asunto De Naturaleza Política. Información Excelsior.com.mx