Por Enrique Aranda
Si bien, y dada la diversidad de orígenes, criterios y hasta intereses de sus poco más de 120 integrantes —cardenales, arzobispos y obispos—, es difícil asegurarlo, cada vez son más las evidencias que mueven a pensar que, finalmente, la jerarquía católica, agrupada en la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), decidió comenzar a “mover (sus) fichas…” de cara a los estratégicos comicios de julio.
Cuando, apenas el domingo, el cardenal Carlos Aguiar Retes aprovechó su estadía en el más emblemático y respetado recinto religioso del país para sugerir a quienes ahí le escuchaban que, a la hora de votar, debían fijarse bien “qué candidato ayuda más a garantizar estos valores: Vida, familia, educación y libertad religiosa”, y aclaró luego que (los católicos) “no podemos abstenernos, tenemos que ir a la urna y elegir con plena libertad, en secreto, viendo la propuesta que busque no sólo el beneficio personal, sino también el de toda la sociedad”, nadie pensó que las preferencias del arzobispo primado de México pudieran estar por Andrés Manuel López Obrador, candidato de la coalición integrada por Morena, Encuentro Social y (los impresentables) del PT.
Quedó claro también que si bien en otro momento para no pocos, la mayoría de los prelados de la Iglesia mayoritaria, resultaba (casi) lógico decantarse —“e inducir el sufragio…”— en favor de Acción Nacional, ello no ocurre hoy así, en virtud de haber optado, el PAN, por suscribir la antinatural alianza con sus pares de la Revolución Democrática (PRD) y Movimiento Ciudadano (MC) para cuyos militantes, al margen de la personal posición de algunos candidatos de extracción blanquiazul, Ricardo Anaya entre ellos, la legalización del aborto, la promoción del matrimonio entre personas del mismo sexo, la (ahora llamada) Ideología de Género, la lucha en pro de la eutanasia y la animadversión contra la religión, son banderas irrenunciables.
Ello, aunado a la cercanía que (desde siempre) se reconoce a Aguiar Retes con personajes vinculados al Revolucionario Institucional, durante la actual administración de manera relevante, más el creciente acercamiento (discreto) de no pocos miembros de la jerarquía con la encabezada por el también cardenal Francisco Robles Ortega, vía empresarios de primerísimo nivel en no pocos casos, según diversas versiones, acabará redituando en beneficio del aspirante por PRI-Verde-Panal, José Antonio Meade Kuribreña, quien, por otra parte, no ha dudado en declararse católico practicante y afín a las causas más sensibles de la Iglesia y del activismo laical, al igual que su esposa, Juana Cuevas…
Voto católico, entonces… ¿voto por Meade?
ASTERISCOS
* Ayer, por cierto, el Frente Nacional por la Familia, de Rodrigo Iván Cortés, sostuvo una prolongada reunión con el candidato de Por México al Frente en la que, al margen de la temática abordada, llamó la atención la ausencia de Mario Romo, titular en Red Familia, que aglutina al FNF y a varios cientos de organizaciones provida-profamilia, quien apenas había sido informado de la cancelación del convenido encuentro público entre las partes…
* A juzgar por lo que ahora sabemos, San Luis Potosí podría ser una de las pocas capitales que, pasado el 1 de julio, el perredismo podría mantener bajo control, si Ricardo Gallardo Juárez se reelige… y supera la andanada que, se dice, con apoyo del chihuahuense Javier Corral y Emilio Zebadúa, oficial mayor éste de Sedatu, endereza en su contra el panista Xavier Nava.
* De creer en la información oficial, el PRI es, hasta ahora, el único de los partidos que, desde ya, puede garantizar la cobertura del 100% de las casillas que se instalarán, con alrededor de 650 mil representantes. Morena, en tanto, podría cubrir algo menos de 90% —con ausencia en las del norte—, en tanto que el PAN ha registrado sólo 45-50% y PRD, su aliado, otro 15 por ciento…
Veámonos el viernes, con otro asunto De naturaleza política.
Twitter: @EnriqueArandaP
Información Excelsior.com.mx