Por Yuriria Sierra
Fue la tarde del 3 de julio de 2018, el entonces presidente Enrique Peña Nieto lo celebró. En Twitter, se sumó al reconocimiento de la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres, incluso también el instituto de Liderazgo Simone de Beauvoir, una de las organizaciones con más prestigio en temas de perspectiva de género y derechos humanos. No era para menos, así decía el tuit del entonces mandatario: “El 3 de julio de 1955, las mujeres votaron por primera vez en México. Hoy, los datos preliminares del @INEMexico anticipan otro gran paso a favor de la igualdad: la conformación paritaria de la LXIV Legislatura del Congreso de la Unión. Se trata de un avance que debemos celebrar…”.
Después de más de 60 años, por primera vez nuestro país tendría un Congreso con igual representación entre hombres y mujeres. Parecía que México al fin avanzaba en términos de equidad, un ejemplo de socialdemocracia. Cuando el entonces presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, anunció la conformación de su gabinete, la expectativa creció. También un equipo mitad y mitad: ahora sí.
Lástima que, a pesar del entusiasmo, los muros han sido difíciles de derribar: México no se ha convertido en ese país en el que la agenda de las mujeres forma parte primordial de la vida pública. Los congresos estatales siguen debatiendo, en lo individual, el derecho a decidir, por ejemplo. Incluso se dan el lujo de rechazarlo. Tampoco se logró una defensa contra decisiones cuestionadísimas, como la terminación de apoyos a las guarderías o refugios para mujeres víctimas de violencia doméstica. Y, en vísperas de la próxima Legislatura, el panorama no luce mejor.
Ya están listos los nuevos coordinadores parlamentarios para la LXV Legislatura de la Cámara de Diputados y es claro que aquellos pasos dados desde el INE para la configuración de las candidaturas han quedado en el olvido. Siete partidos, siete nombres: Jorge Romero, por el PAN; Rubén Moreira, PRI; Luis Espinosa Cházaro, PRD; Jorge Álvarez, Movimiento Ciudadano; Carlos Puente, Partido Verde; Alberto Anaya, PT, e Ignacio Mier, por Morena… ¿lo notó?
¡Ni una sola mujer! Ni una sola coordinadora de bancada, pese a la Ley de Paridad de Género en el Congreso, pese a que, en números, ésta también será una Legislatura paritaria; ninguna mujer será líder de su partido. Hombres todos, todos. Algunos de ellos llevan años en trabajo legislativo; pero ni una sola mujer ni un nuevo rostro.
Fuera del Congreso ocurre lo mismo. En Twitter, el denominado Frente de Oposición Nacional publicó una encuesta de posibles candidatos a la presidencia en 2024. Mismo escenario: nueve nombres, todos hombres, exgobernadores, el presidente de la Coparmex y hasta un excandidato presidencial, todos hombres.
Y, ¿saben qué? Por eso le va cómo le va a la oposición, porque tampoco ha entendido nada. Aun con las claras y evidentes faltas de este gobierno, aparentemente de izquierda, ningún grupo opositor ha entendido el momento y las necesidades del país. Siguen operando todos con sus arcaicos usos y costumbres. Ese pacto. Ya siéntense, señores. Información Radio Fórmula
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