Suena música new age. Una joven rubia en pijama prende un encendedor y le da cuatro caladas a una pipa transparente. El vapor llena el compartimento, después sus pulmones y, al final, lo expulsa al aire. La sustancia es DMT, un compuesto que se encuentra de manera natural en las plantas y que se dice que segrega el cuerpo cuando vives una experiencia cercana a la muerte.
La mujer se relaja en el puf, cierra los ojos y empieza a alucinar. Varios minutos más tarde, abre los ojos de nuevo, sonríe y le habla a su compañero de unos “hombrecitos con sombreros puntiagudos” antes de hacer un dibujo de gatos rosas y azules.
La mujer se llama Nellie, el compañero es Rens, y juntos con su amigo Bastiaan dirigen un programa de YouTube llamado Drugslab. Cada episodio dura unos 15 minutos, y en ellos aparece uno de los tres probando una droga diferente cada semana.
Algunos de los mejores momentos incluyen a Nellie llorando por lo adorable que le parece un oso de peluche mientras está alucinando con la 2C-B, una droga psicodélica parecida a la MDMA; su descripción a Bastiaan de una sensación “como de pequeños hormigueos en la vagina”; y Rens partiéndose de la risa por la similitud entre los guantes de boxeo y las pinzas de las langostas mientras se tambalea bajo los efectos de la ketamina.
Ah, y esto lo paga el gobierno holandés.
Drugslab se emite como una extensión del programa de televisión Spuiten en Slikken (Dispara y traga), producido por la organización pública de televisión holandesa BNN.
A pesar de que sólo existe desde hace nueve meses, Drugslab cuenta con más de 430,000 suscriptores y más de 16 millones de visitas. Su intención, según la biografía de YouTube, es “tomar las drogas que quieren que probemos. Lo hacemos en nombre de la ciencia para que puedan ver los efectos de las drogas en el cuerpo humano”.
El objetivo que tienen en mente es la reducción de riesgos, con factores como el monitoreo del ritmo cardíaco y consejos sobre la dosificación para encontrar el equilibrio entre una gran sonrisa con los ojos abiertos de par en par y los ojos en blanco con mirada vidriosa. También hace hincapié en los bajones, y filman horas y horas de epílogo después de cada experiencia y, de vez en cuando, aparecen Rens, Bastiaan or Nellie en un estado de inestabilidad emocional.
Conocer los riesgos y tener conocimientos generales sobre las drogas es muy importante”, me dice Nellie. “En el pasado aprendí que si la gente joven quiere experimentar con drogas, lo hará, pero eso no significa que quieran convertirse en drogadictos ni envenenarse. Mi esperanza es crear una manera de ver las drogas que sea abierta, honesta e inteligente: no hay que apartar la vista del problema, sino hablar de él”.
Drugslab llega en un momento en el que la necesidad de recibir información sensata en casa se encuentra en un máximo histórico. La pureza de la cocaína y la heroína de la calle alcanzó niveles entre el 43 y el 74 por ciento en 2016, mientras que en 2010 estaba por debajo de 20. La pureza y la cantidad de MDMA presente en el éxtasis también ha aumentado, y fue causa de la muerte de 57 personas en 2015.
Los canabinoides sintéticos están causando el caos entre las poblaciones más vulnerable en las calles y las cárceles. De hecho, con 3,674 muertes causadas por las drogas ese año —un récord en el Reino Unido que nadie quería conseguir—, se podría decir que la necesidad de educar a la gente sobre cómo usar las drogas de la manera más segura posible se ha convertido en un asunto nacional.
La pureza de la cocaína y la heroína de la calle alcanzó niveles entre el 43 y el 74 por ciento en 2016, mientras que en 2010 estaba por debajo de 20. La pureza y la cantidad de MDMA presente en el éxtasis también ha aumentado, y fue causa de la muerte de 57 personas en 2015
Parece, pues, que una iniciativa como Drugslab es un buen sitio para comenzar.
El programa implica a los espectadores en un ambiente de confianza: su descripción de la ingesta de drogas es completamente realista porque, como es obvio, pasa ante la cámara; de este modo, cuando comienza la sección didáctica, el espectador no adopta inmediatamente una actitud escéptica.
Por ejemplo, cuando Bastiaan toma MDMA, no se acerca ni de lejos a sufrir psicosis, algo que el FRANK, el servicio de educación sobre drogas del gobierno británico, haría que consideraras como una posibilidad, a pesar de que la única prueba es “un puñado de casos prácticos dudosamente relacionados”, según Volteface, un laboratorio de ideas que busca alternativas a las políticas de drogas actuales.
En vez de eso, el sabor le causa náuseas, pasa un rato genial y al día siguiente se encuentra en mal estado, cosa que —a excepción de los casos en que la ingesta de éxtasis acaba en hospitalización o muerte— es la experiencia que la mayoría de gente ha vivido con esta droga.
No es que estemos a favor de las drogas”, dice Nellie, “sino que estamos viviendo en una sociedad en la que los cantantes famosos hablan en sus letras de Molly (nombre que también recibe la MDMA en inglés) y de drogarse. Intentamos hacer videos que sean fáciles de ver y que entretengan, pero también con muchas observaciones serias para la gente joven que quiera experimentar y para los padres que quieran saber lo que sus hijos puedan llegar a probar, de forma que puedan hablar honestamente de ello y, por ejemplo, establecer reglas, igual que harías con el alcohol”.
Le pregunto a Nellie sobre el éxito de Drugslab. “Puede ser que hayamos tenido tanto éxito porque en el pasado la BNN ya ha hecho programas sobre sexo y drogas para jóvenes”, dice.
Primero, todo el mundo creía que estaban locos. Ahora, se acepta totalmente y la gente ve los beneficios de hacer este tipo de programas. Tenemos un equipo muy grande con muchos expertos y, aparte de hablar de los riesgos, también la pasamos muy bien. La verdad es que está hecho pensando en nuestro bienestar”.
Que este tipo de programas los financie el gobierno holandés no es tan sorprendente. Países Bajos es un país que hace tiempo que se enfrentó a muchas de sus responsabilidades sobre las drogas y sus ciudadanos. Es famoso por sus indulgentes leyes sobre el cannabis, desde luego, pero también da la oportunidad a la gente de poder analizar anónima y gratuitamente sus drogas en muchos centros de todo el país.
Pero es muy probable que en otros países europeos, aunque se creara algo similar a Drugslab, seguiría sin poder revertir décadas de convertir a consumidores en criminales.
Basándonos en sus méritos, sin embargo, ¿cuál es el efecto de Drugslab? Bueno, después de haber visto todos sus videos, puedo decir que aunque no sé todo sobre drogas, desde luego sé muchísimo más de lo que sabía antes y confiaría más en la información de este tipo que pueda dar el gobierno holandés en el futuro.
Es una locura, ¿verdad? Confiar en un gobierno, por poco que sea, en el tema de las drogas. Pero ahí es donde empieza la educación de verdad —en la confianza—, y es probable que cualquier gobierno que esté dispuesto a involucrarse con cosas como Drugslab por lo menos sirva como inspiración.
Después viene lo difícil: usar esa confianza para proteger a los ciudadanos. Y con el aumento de la calidad y la pureza de lo que se vende en las calles, ya es hora de que los políticos de otros países den ese primer paso. Información Excelsior.com.mx